jueves, 24 de diciembre de 2015

¿Feliz? Navidad

Antes que nada desear a los lectores unas, si no felices, al menos agradables fiestas. La entrada de hoy está estrechamente relacionada con estos días de Navidad. Y aunque me salga un poco de la temática del Museo del Prado, me va a permitir el lector tomarme esta pequeña licencia. En esta entrada vamos a hablar de dos temas. Empecemos por el origen de la Navidad.

El cristianismo, como cualquier otra religión, no tiene nada de original. Por ejemplo, los famosos halos de santidad que aparecen en las representaciones de los santos fueron tomados prestados de la religión egipcia, que adoraba al sol: los halos de santidad son en realidad discos solares. Ahora bien, ¿qué se celebra el veinticinco de diciembre? Todos dirán que Navidad, la natividad, el nacimiento de Jesucristo. Pero, según la propia Biblia, Jesús nació en marzo. ¿Qué hacemos celebrando su nacimiento a finales de diciembre? El veinticinco de diciembre, lector, es la antigua fiesta pagana del Sol Invictus, el Sol Invencible, que coincide con el solsticio de invierno. Esa época maravillosa en la que el sol regresa y los días comienzan a alargarse. Con el fin de conquistar religiones, a menudo se adaptan festividades existentes para que la conversión sea menos traumática. Se llama "transmutación religiosa". Ayuda a la gente a acostumbrarse a la nueva fe. Los creyentes mantienen las mismas fechas sagradas, rezan en los mismos lugares sagrados, utilizan una simbología similar... y se limitan a sustituir a un dios por otro. En este caso, la fiesta del veinticinco de diciembre del Sol Invictus (a quien se identificaba en la antigua Roma con los dioses Mitra, El Gabal o Helios) se transmutó en la fiesta de celebración del nacimiento de Jesús, en sustitución del dios Sol / Helios, declarada única divinidad oficial del Imperio durante el gobierno de Juliano el Apóstata. De esta manera, 300 años después de la vida, muerte y "resurrección" de Jesús, el emperador Constantino aceptaba la celebración de la fiesta de la Navidad en honor de Jesucristo, fiesta que aparece por primera vez en un calendario romano en el siglo V d.C.

  

El Dios Sol, identificado como Mitra, como Sol Invictus
Debajo de él, su sucesor divino Jesucristo


El segundo y último tema de esta entrada está dedicado a un personaje que a algunos lectores les puede resultar recientemente familiar. Se trata de la figura de Krampus. El 8 de diciembre de 2015 se estrenó en España la película Krampus. Maldita Navidad en la que se rescata del olvido a este personaje. Pero, ¿quién es realmente Krampus?

Krampus es un personaje del folklore de los países alpinos. Según la leyenda, esta criatura (representada iconográficamente con apariencia demoníaca) castiga a los niños malos en temporada de Navidad, en contraste de San Nicolás (Santa Claus / Papá Noel) quien premia a los niños buenos con regalos. Se dice que Krampus aparece para dar tremendas palizas con una rama de abeto a los niños malos, mientras que a los niños especialmente traviesos los mete en un enorme saco que carga siempre a su espalda y se los lleva para no devolverlos jamás. Leyendas posteriores afirman que estos niños son llevados al Infierno por toda la eternidad o devorados por el propio Krampus. En la película Krampus. Maldita Navidad se le presenta como un espíritu maligno más antiguo que Santa Claus, e incluso como su sombra. Lo cierto es que la leyenda alpina original dice que aparece el 5 de diciembre merodeando por las calles en lo que se conoce como Krampusnacht, ya sea solo o junto a San Nicolás, haciendo sonar cadenas oxidadas y campanas para asustar a los niños y recordar a los malos que en veinte días Krampus irá a por ellos. San Nicolás y Krampus son las dos caras de la misma moneda. Y en la actualidad es frecuente (sobre todo en Alemania) el enviar postales de felicitación a los familiares con ilustraciones y la frase que os deseo y comparto con vosotros: ¡Felices fiestas de parte de Krampus!

No hay comentarios:

Publicar un comentario